jueves, 18 de noviembre de 2010

Dos de David...

Jacques-Louis David (1748-1825)

Introdujo el neoclasicismo en Francia, convirtiéndose en el máximo exponente desde la Revolución hasta la caída de Napoleón. Entre sus obras observamos que se basa en las esculturas romanas para dar forma y brindar gestos a sus personajes.

Dos ejemplos de David:


El Juramento de los Horacios:

En esta pintura David se basa en un mito romano que narra el conflicto entre Roma y Alba en el que se enfrentan 3 hermanos de la familia Horacio y 3 de la familia Curiacio respectivamente, y donde la mujer en el extremo es hermana de los Horacios y prometida a un rival.
En cuanto a la temática, este cuadro representa el juramento que hacen los Horacios a su padre de defender sus tierras. Ya que el contexto histórico del cuadro es la Ilustración, antes de la Revolución Francesa, su función es propagandista y denota la misión de cumplir los deberes hacia
la patria y no dejarse llevar por otros sentimientos.

Respecto a la composición, vemos que la iluminación va dirigida especialmente a los personajes, por un lado a los Horacios presentando líneas rectas y rasgos firmes, mientras que en el lado de las mujeres predominan curvas infiriendo abatimiento y sufrimiento. En cambio el fondo está en la penumbra, Vemos que hay formaciones triangulares y que cada arco abarca a un personaje o más de uno. Predomina el dibujo frente al color, los personajes son dotados de gran dramatismo y realismo con cierto aire de teatralidad, propia de las esculturas romanas.



La Muerte de Sócrates


Esta pintura representa la muerte de Sócrates, quien se encuentra calmado y con fuerza, a pesar de ser condenado a muerte bebiendo cicuta por haber expresado sus ideas y opiniones en contra de la creencia de los dioses. Esto es luego de haber pronunciado su discurso sobre la inmortalidad del alma. Vemos a Platón al borde de la cama y a su esposa afuera lamentándose. El carcelero le tiende la copa de veneno con un gesto de vergüenza o tristeza. Esta pintura está cargada de simbolismo en el sentido en el que resalta la dignidad de Sócrates y su entereza frente a su destino, tomemos en cuenta que fue realizada antes de la Revolución y que se relaciona fuertemente con la lucha por los ideales y además tiene como contexto histórico a la ilustración, por lo que retrata claramente la primacía de la razón como fuente de la verdad y libertad.

En cuanto a la composición vemos las características propias del neoclasicismo, como la teatralidad y escultura en los cuerpos de los personajes. La iluminación y juego de sombras en ciertas partes del cuadro, que deja a oscuras el fondo de arquitectura arcaisante. Predomina el dibujo y la forma sobre el uso de color.

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